mardi 17 mars 2015

Tanger, le voyage vers l’Autre, si près, si loin. Tanger versus l’attitude du voyageur-lecteur

Mes perspectives de voyage à Tanger après la rencontre avec Leonor.

On montre les témoignages des élèves sur le voyage.

La réunion, et surtout Leonor nous ont beaucoup motivés (ELENA).

Personnellement, je suis très enchantée d’un côté pour sa connaissance en direct, elle me semble une merveille comme personne et de l’autre côté elle me paraît une personne avec une vaste connaissance sur la culture arabe. Et puis, elle m’a apporté d’autant plus d’informations sur cette merveilleuse ville de Tanger à plus forte raison pour aller la visiter (AMINA).

Image apportée par Pilar Arias (B1)



Tanger est très beau. L’explorateur, écrivain et géographe Ibn Battuta, né à Tanger en 1283. Il y a 18 ans j’ai lu son livre. Il est très intéressant. Il raconte des histoires horribles (GLORIA).

J’ai étudié le français à l’école, je ne me rappelle pas parler le français mais il est très joli ce voyage. Je désire pouvoir partager de bons moments dans ce voyage. Merci pour tous vos efforts. À bientôt (TERESA)

Ce voyage est pour moi une retrouvaille avec la langue française. J’ai cherché à étudier le française trois fois, mais pour des raisons différentes je n’ai pas continué. J’aime les langues, et par-dessus les langues latines. Entendre la langue dans une ville différente est pour moi une opportunité. Je ne sais pas l’écrire mais je peux la comprendre. Je vous remercie de l’opportunité de ce voyage (MERCEDES).

D’abord, sortir en groupe, car je n’aime bien pas voyager, et tout seul, il ne me plaît pas. Après, connaître sur terre le continent Africain, bien qu’il soit pendant 3 jours et au nord. De plus, étant donné que Leonor voyage avec nous, on pourra écouter ses paroles de grande connaisseuse de la région du Maghreb, si proche et prochain de l’Espagne, et cependent, tellement lointaine. Je suis à l’attente du départ. À bientôt (JAVIER MATEOS).


Dans mon cas, la préparation du voyage est aussi intéressante que l’expérience d’aller au pays. Lire des articles qui montrent la vie à Tanger, son histoire, sa littérature, sa culture, les personnages qui l’ont connaît…  Toutes les choses aident à construire un voyage différent (CARMEN)


"No se consideraba un turista ; él era un viajero. Explicaba que la diferencia residía, en parte, en el tiempo. Mientras el turista se apresura por lo general al regresar a su casa al cabo de unos meses o semanas, el viajero, que no pertenece más a un lugar que al siguiente, se desplaza con lentitud durante años de un punto a otro de la tierra". Paul Bowles "Un thé au Sahara (titre original: The sheltering sky, 1949).


dimanche 8 mars 2015

Tanger et les écrivains (3), vu par Juan Goytisolo

"En su excelente ensayo titulado Librerías, el novelista Jorge Carrión traza la historia de las que fueron un faro cultural en el siglo que dejamos atrás en las cinco partes del mundo. Como no podía ser menos en sus páginas figura en buen lugar la Librairie des Colonnes de Tánger con el círculo de escritores y artistas que la frecuentaron en la época de su Estatuto Internacional y los años subsiguientes a la independencia de Marruecos: el capítulo que le dedica da buena cuenta de la imantación que ejerció en ellos. Recuerdo que la primera vez que puse los pies en la ciudad me detuve a contemplar su escaparate con un incentivo muestrario de la mejor literatura en francés y en inglés pero también de algunas obras en castellano publicadas no en España sino fuera de ella: las de la editorial Ruedo Ibérico cuya difusión estaba prohibida en la Península.

La atracción de lo vedado es un ingrediente esencial del mito tangerino creado en primer lugar por el cine y luego por la literatura. El papel clave de la ciudad en el control de la navegación por el Estrecho en los años de la Segunda Guerra mundial la convirtió conforme una frase acuñada por los corresponsales de prensa en un “nido de espías”. Los agentes nazis alojados en el hotel Rif con el beneplácito de las autoridades franquistas contendían con los británicos instalados en Gibraltar y ello dio lugar a una serie de filmes de espionaje cuyos títulos —Los misterios de Tánger, Mission à Tanger, Vol sur Tanger, Guet-apens à Tanger, etcétera— resumían los fantasmas creados por el espacio imaginario de la ciudad.

En una publicación centrada en el análisis de este espacio por un grupo de universitarios magrebíes y europeos hace una veintena de años se puede desmenuzar las vicisitudes de los protagonistas y temas constitutivos del mito: intrigas, misterios, agentes dobles, aventureros, drogas, libertinaje, exotismo. Siguiendo las huellas de los viajeros europeos del XIX, dichos filmes orientalizaban el ámbito tangerino a la manera del famoso Casablanca de Michael Curtiz, enteramente rodado en los estudios de Hollywood, pero sin alcanzar el nivel artístico del Otelo de Orson Welles filmado en Esauira ni siquiera de El hombre que sabía demasiado de Hitchcock ambientado en Marraquech. El Tánger de estas películas tenía muy poco que ver con la realidad y se reducía a una serie de estereotipos propios del cine colonial pero contribuyó no obstante a la leyenda que atrajo a un buen puñado de escritores estadounidenses en la década de los cincuenta y comienzos de los sesenta que serían visitantes asiduos de la librería del bulevar Pasteur.

La bibliografía del Tánger cosmopolita es asimismo extensa. Junto a los autores, en su mayoría de segunda fila que sitúan en él la trama de sus novelas, otros, tanto extranjeros como marroquíes, establecieron una cartografía de sus hoteles y puntos de encuentro desde la pensión y café Fuentes del Zoco Chico al hoy desaparecido hotel Cecil de la antigua avenida de España. Estos cronistas, en especial Iain Finlayson en Tangier, the city of the dream, hacen desfilar en sus páginas una notable lista de creadores atraídos por la leyenda de su permisividad. Como diría William Burroughs, “Tánger es uno de los pocos lugares que aún quedan en el mundo donde en la medida que no cometes un atraco, empleas la violencia ni asumes abiertamente una conducta antisocial puedes hacer exactamente lo que quieres. Es el santuario de la No Interferencia”.

Burroughs et Kerouac

Frente a las leyes represivas que penalizaban el consumo de drogas y el “desviacionismo sexual” en la Norteamérica puritana y conservadora de la posguerra, el Estatuto Internacional tangerino brindaba la posibilidad de una vida más libre y auténtica que anhelaban los miembros de la beat generation —Allen Ginsberg, Jack Kerouac y su amigo Burroughs— y una pléyade de creadores de la talla de Paul y Jane Bowles, Francis Bacon, Truman Capote, Tennessee Williams y otras figuras menores. Cuando yo llegué en 1965 todos ellos se habían eclipsado con excepción de Bowles, pero su presencia perduraba en los anaqueles de la Librairie des Colonnes.

Si el papel precursor de Bowles en esta Interzona se halla bien documentado, la presencia intermitente en ella de William Burroughs no me fue aclarada sino a comienzos de los años noventa gracias al ensayo de Francis Poole, Tánger y los beats, incluido en el ya mencionado volumen universitario sobre el Espacio Imaginario de la ciudad.

Las estancias de Burroughs en Tánger se escalonan de 1953 a 1961, es decir, durante la angustiosa composición de su novela Festín desnudo y tras su publicación en la Olympia Press parisiense ya que se hallaba prohibida en Estados Unidos por obscenidad y atentado a las buenas costumbres. Como la totalidad de los escritores a los que antes me refiero, Burroughs se sentía a sus anchas en Tánger pero no simpatizaba en exceso con los marroquíes. Si no se creía amenazado de muerte por éstos, como Jack Kerouac durante las semanas que convivió con él, iba siempre armado bajo su proverbial impermeable oscuro y en razón de sus obsesivos vagabundeos por la Medina y la zona del puerto en busca de su dosis cotidiana de heroína era conocido como El hombre invisible de la famosa película por los asiduos del Zoco Chico. Después de hospedarse en una fonda de la calle de Los Arcos contigua a aquel y mudarse al hotel Muniria de la ciudad nueva, que acogería más tarde a todos los iconos de la beat generation, solía perderse, como una década más tarde haría yo, por el laberinto de callejuelas que se ramifica al pie de la Alcazaba y sentarse en la terraza del café Central a contemplar las idas y venidas de los cambistas, camellos, vagos y buscavidas que animaban aquel privilegiado escenario.

La relectura de Festín desnudo al cabo de treinta años no me ha defraudado. La abrupta violencia del lenguaje y fragmentación del texto que el lector debe recomponer como un rompecabezas alucinado y onírico conserva intactos su estímulo y fuerza subversiva. Su redacción en el periodo más duro de una adicción de la que intentaba penosamente curarse —el traficante, dice, no vende su mercancía al adicto, vende el adicto a la mercancía— debió ser heroica, y no hago aquí un juego de palabras, pese a haber contado con la preciosa ayuda de Allen Ginsberg y de su compañero Peter Orlovsky que mecanografiaron las páginas de su manuscrito en el hotel Muniria denominado por ellos Villa Delirium. Concluida la labor y editado el libro, Burroughs, que aliviaba su desintoxicación de la heroína con el recurso al maaxún y hachís, visitó aún la ciudad y a su amigo Bowles antes de ausentarse definitivamente de aquella. Los beats de los años cincuenta habían sido reemplazados por los jipis como aquellos que fumaban kif en la terraza en donde yo corregía los borradores de la novela sobre el gran traidor de la leyenda de España, el mítico conde don Julián.

Pero vuelvo a la Librairie des Colonnes evocada en la obra de Jorge Carrión, cuya historia y la del círculo literario que gravitaba en torno a ella acaban de trazar Andrew Clandermond y Terence Mac Carthy en Beyond the Columns. Su librillo de una treintena de páginas compendia un rico anecdotario del quién es quién del Tánger cosmopolita, y el común denominador de los personajes que aparecen en aquellas —con excepción del insípido y anodino Paul Morand— es su homosexualidad. En contraposición al conformismo y pudibundez reinante en los países anglosajones de la época, el Tánger del Estatuto Internacional atraía como dijimos cual un imán a los condenados a vivir en los márgenes de la “normalidad”. Los aficionados a secretos de alcoba y chismes de comadre o compadre encontrarán una oferta a la carta: desde el relato por Tennessee Williams de una velada alcohólica protagonizada por su amigo íntimo con Mohamed Chukri y un joven andrógino en una habitación del hotel Minzah hasta el oscuro episodio de la agresión sexual de un pintor protegido por Bowles a un adolescente alemán. Los autores parecen empeñados en probar que todo el núcleo de asiduos y visitantes de la librería “entendían”, y los hechos narrados confortan sin duda su innecesario apriorismo.

Aunque el brillo de la leyenda tangerina de los años cincuenta se desvaneció, el mito de la ciudad perdura y alimenta una extensa bibliografía como la establecida por su cronista oficial Rashid Taferssiti. Quien desee remover sus brasas no tiene más que acudir a los estantes de la Librairie des Colonnes. En cuanto al Tánger real su mejor guía será siempre Mohamed Chukri."

Juan Goytisolo



Dos mujeres árabes en la literatura

Pour les personnes intéressées, Leonor Merino offrirá une conférence sur les femmes et la littérature árabe.

Mardi, le 10 mars à 19h00.  Casa Árabe, 62 rue Alcalá. Madrid
Vous pouvez prendre le métro Retiro, Príncipe de Vergara ou Velázquez.



http://www.casaarabe.es/eventos-arabes/show/dos-mujeres-arabes-en-la-literatura


mercredi 4 mars 2015

DES MOTS DE Leonor Merino pour Amina (étudiante de Avanzado 1)

Bonjour Amina

Je viens juste d'arriver -hier soir bien entrée la nuit- de l'Université de Cádiz.

Votre professeur, Inma, vous a demandé d'écrire quelques mots sur les perspectives de votre voyage à Tanger et surtout, après m'avoir écoutée dans ma conférence à l'EOI:

Quelles sont vos prédispositions, quels sont vos sentiments, etc. "maintenant"?

Puis, à notre retour, d'autres mots sur vos expériences de ce voyage partagé...

Tout cela deviendra un travail formidable, qu'on pourra, peut-être publier! Sûrement! Incha ´Allah!

En conséquence, je te prie de contacter avec tes camarades afin d'en faire un petit travail.

Je te conseille aussi de lire mon article sur une écrivain Algérienne.

Il a été publié dans le journal El País. Cultura: "Assia Djebar, el arte de tejer la frase":
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Leonor Merino (Dª Universidad Autónoma de Madrid)

dimanche 1 mars 2015

Personnages de Tanger. Jorge Verstrynge

On montre l'interview à Jorge Verstrynge, professeur et politicien, parlant de son origine et son enfance à Tanger et des histoires et politiques française et espagnole. Comme le personnage polémique qui est, il parle de toutes les choses, de tous e de son parcours personnel et politique. 

Naciste en Tánger, en 1948, y es un aspecto que suele quedar desdibujado en tus entrevistas, cuando es un lugar y una época fascinante (Burroughs, Casablanca, etc.) ¿Cómo fue crecer en un país colonial? 
Era una película, casi Lo que el viento se llevó. Mira, Casablanca originariamente no se llamaba así, sino que se llamaba Tánger… pero no podían utilizarla en el título porque la habían bombardeado, y realmente Casablanca era zona francesa clara. Tánger era zona internacional por aquel entonces y los marroquíes, los de Rabat, la llamaban “la prostituta” ya que se había acostado con todos: portugueses, ingleses, españoles, alemanes… El ambiente de Casablanca era el ambiente de Tánger. Todavía, hace unos años, yendo por la calle se me acerca un chiquito y me dice: “¿Marihuana? No, gracias. ¿Hachís? No, no. ¿Coca? No, no. ¿Un chico? No, no, no tampoco. ¿Una chica entonces?”. Y ya le dije, “Anda, toma un dírham y déjame en paz”. (Risas). Eso, claro, no ocurre en la Casablanca histórica que yo conocí, que era virtualmente una ciudad francesa. Tánger, en cambio, era una ciudad mestiza.

Tánger tenía status internacional desde 1912, bajo el pacto entre España y Francia. Tiene fama, en los textos de inicios de siglo, de ser un nido de espías. 
Total. Cuando era pequeñín, veías de pronto una lancha, cerca del puerto; se acercaba a la playa y empezaban a tirar sacas. Eran relojes, armas, etc. Tánger era la típica ciudad donde podías hacer una fortuna en tres meses… y perderla en otros tres. De hecho, mi padre se arruinó.

Precisamente queremos preguntarte por tu padre biológico, Willy Verstrynge-Thalloen, cuya biografía es propia de una novela de Joseph Conrad.
¡No sé si tanto como Conrad! (Risas) Él se metió en política en Bélgica, pero no debió de irle muy bien ya que se fue luego al Congo. Allí fue pianista en Leopoldville, la actual Kinshasa, y después se vino a Marruecos, concretamente a Larache. Luego a Tánger, que era el único sitio donde podía prosperar. Me acuerdo de que una vez consiguió un contrato con el ejército francés, del protectorado, para hacerles jabón y contrató a su vez a un ingeniero polaco que decía saber hacer el jabón. Este jabón, una vez fabricado, llevaba la sosa cáustica a la superficie. ¡Los tíos se quemaban! Los franceses no tenían muy buena opinión de él, claro (risas), aunque fue involuntario por su parte. Con el negocio del crin se arruinó por primera vez.

¿Cómo era la convivencia multiétnica en ese Marruecos colonial?
Era buena. Hombre, en toda colonia (aunque se llamara protectorado) están los que trabajan para los demás. Eran evidentemente la masa de población árabe.

Orwell tiene una cita muy conocida sobre esto “…en una colonia cualquier funcionario colonial acaba haciendo algo sucio”.
Los franceses, en su trato cocon los marroquíes, eran duros. El trato de los españoles con los marroquíes no era tan duro, motivo por el cual había unos cuantos, no muchos, matrimonios entre españolas y marroquíes. Para ellas, casarse con un marroquí rico significaba un ascenso en la escala social. Ese tipo de unión en el Marruecos francés era prácticamente infinitesimal. Pero las dos relaciones se basaban en el desprecio al moro, lo cual era injusto. El término moro en mi infancia no era peyorativo, por eso lo utilizo mucho. El marroquí, al igual que más gente, lo que quiere es que le trates con dignidad. Si lo haces así, no tienes ningún problema. Si le tratas como un perro, acaba mordiendo. Y con toda la razón.

¿Cómo se vivía allí? Se vivía de cine. Había tres capas… mejor cuatro. Los marroquíes de abajo que eran los que trabajaban en español, con salarios muy bajos, bajísimos. Luego estaba una capa de marroquíes ricos, que explotaban a los anteriores, a los de abajo, hasta el tuétano. Los europeos eran más considerados, pero los marroquíes ricos eran peores. El problema de Marruecos es que tiene una clase dominante desastrosa: es un pueblo maravilloso pero tiene ese problema. Por encima estaban los judíos, y por encima estaban los europeos. A la cabeza de estos últimos estaban los franceses. Pero la convivencia era buena: es más, incluso la convivencia de musulmanes y judíos era buena. Compartían la misma cultura alimentaria, compartían muchos gustos musicales y no había antisemitismo. En el Islam originariamente no lo había, no lo hay, pero comenzó a raíz dela constitución del Estado de Israel.

Todos esos judíos serían en gran parte del exilio sefardí.
Sí, sí, muchos. Especialmente en Tetuán, pero también en Tánger había una comunidad importante. Todos esos Ben-Hassan, Abitbol, Ben-Amun… todos mis amigos judíos venían de Tánger. Se llevaban todos muy mal con mi padre, porque mi padre era antisemita y los judíos lo sabían.