Le thé à la menthe marocain est l’un des types de thé les
plus répandus. Les Marocains aiment le thé très sucré. Ils commencent par
verser du thé vert dans une théière, avant d’y verser de l’eau bouillante et de
laisser infuser 5 minutes. Après avoir filtré l’eau, alors devenue du thé vert,
ils ajoutent du sucre et des feuilles de menthe. Le mélange est ensuite porté à
ébullition. Pour un équilibre parfait entre thé vert, sucre et menthe, on ne
mélange jamais à même la théière. Les Marocains remplissent un verre, qu’ils
versent ensuite dans la théière. Ce geste est répété plusieurs fois, jusqu’à
obtenir un thé savoureux. Pour la touche finale, l’idéal est d’ajouter quelques
gouttes de fleur d’oranger.
samedi 28 février 2015
Le rituel du thé à la menthe
mercredi 25 février 2015
Tanger et les peintres 1. Matisse
"Pinceladas de Matisse en Tánger"
"Había perdido a su padre. El coleccionista ruso Andreï Chtchoukine había rechazado sus cuadros La danza y la música, que deberían haber decorado su mansión moscovita. A falta de equipaje, lo acompañaba su mujer, pero apenas disponía de contactos en la ciudad. La llegada de Henri Matisse a Tánger se produjo, además, en medio de una perenne llovizna, que se prolongaría durante casi quince días, y que lo recluyó en su habitación del Hotel Ville de France, condenándolo a la inactividad. No parecía la mejor manera de superar la depresión que arrastraba. Y sin embargo, la ciudad lo envolvió con su luz y sus colores. El viaje de trabajo se convirtió en un viaje interior del que saldría más fuerte, más capaz de manejar sus emociones para hacerlas pintura.
Aunque hayan pasado ya más de cien años desde aquella primera visita, las calles de Tánger siguen conservando varios de los rincones que el pintor francés recorrió. Ir tras los pasos de Matisse es todavía posible, y el recorrido, inevitablemente, ha de iniciarse en el Hotel Ville de France, inaugurado a finales del siglo XIX. Considerado el mejor hotel europeo de la ciudad y un referente del Tánger internacional, cerró sus puertas en 1992, y ahora espera, tras su restauración, una reapertura que se ha prolongado más de lo previsto. Desde su habitación número 35, con dos ventanas que daban a una vista espectacular de los tejados de la ciudad vieja y la bahía, Matisse pintó su Vu d'une fenêtre, en un azul puro y chisporreante, que se convertiría en una de las señas de identidad de su pintura. El hotel está cerrado, por lo que contemplar la misma vista es de momento imposible, pero sí podemos acercarnos a él desde la plaza del 9 de abril, en pleno centro, y apreciar su evocadora silueta.
A finales de 1912, y tras esa primera visita lluviosa, Matisse volvió a Tánger y sus pinceles no dejaron de trabajar hasta principios del año siguiente. "¡El paraíso existe!", dicen que afirmó cuando conoció la ciudad. Y la luz y la arquitectura que lo fascinaron se trasladaron a sus lienzos. La kasbah fue uno de sus rincones favoritos y sigue siendo de los más pintorescos.
La puerta Bab El-Assa protagonizó un lienzo de grandes dimensiones, actualmente expuesto en el Museo Pushkin de Moscú. Sin salir del recinto amurallado, conviene detenerse frente al marabout Ben Ajiba, un santuario de vibrantes tonos verdes, plasmado en otra de las composiciones del artista francés. La cotidianeidad de la kasbah, como también la de la medina, con las campesinas rifeñas y sus coloridos trajes regionales, siguen conservando el espíritu de las gtelas de Matisse, que convirtió la vida cotidiana de Tánger en el gran asunto de los veinte lienzos y decenas de bocetos que produjo durante su estancia en la ciudad. Sus evocadoras vistas de la bahía siguen siendo relajantes en medio del caos que es la ciudad de Tánger actual, y en la plaza del Mechoir o los caminos de tierra que conducen al café Hafa no resulta difícil entender por qué esta ciudad lo fascinó. Matisse llegó a Tánger deprimido un lluvioso día de enero de 1912. La ciudad fue su mejor medicina, y cuando la abandonó, un año después, ni él ni su arte volverían a ser los mismos.
Source originelle: http://elviajero.elpais.com/elviajero/2013/07/03/actualidad/1372829248_283311.html
Idée, texte et photos choisis par Aurora, élève d'Avancé I
"Había perdido a su padre. El coleccionista ruso Andreï Chtchoukine había rechazado sus cuadros La danza y la música, que deberían haber decorado su mansión moscovita. A falta de equipaje, lo acompañaba su mujer, pero apenas disponía de contactos en la ciudad. La llegada de Henri Matisse a Tánger se produjo, además, en medio de una perenne llovizna, que se prolongaría durante casi quince días, y que lo recluyó en su habitación del Hotel Ville de France, condenándolo a la inactividad. No parecía la mejor manera de superar la depresión que arrastraba. Y sin embargo, la ciudad lo envolvió con su luz y sus colores. El viaje de trabajo se convirtió en un viaje interior del que saldría más fuerte, más capaz de manejar sus emociones para hacerlas pintura.
Aunque hayan pasado ya más de cien años desde aquella primera visita, las calles de Tánger siguen conservando varios de los rincones que el pintor francés recorrió. Ir tras los pasos de Matisse es todavía posible, y el recorrido, inevitablemente, ha de iniciarse en el Hotel Ville de France, inaugurado a finales del siglo XIX. Considerado el mejor hotel europeo de la ciudad y un referente del Tánger internacional, cerró sus puertas en 1992, y ahora espera, tras su restauración, una reapertura que se ha prolongado más de lo previsto. Desde su habitación número 35, con dos ventanas que daban a una vista espectacular de los tejados de la ciudad vieja y la bahía, Matisse pintó su Vu d'une fenêtre, en un azul puro y chisporreante, que se convertiría en una de las señas de identidad de su pintura. El hotel está cerrado, por lo que contemplar la misma vista es de momento imposible, pero sí podemos acercarnos a él desde la plaza del 9 de abril, en pleno centro, y apreciar su evocadora silueta.
A finales de 1912, y tras esa primera visita lluviosa, Matisse volvió a Tánger y sus pinceles no dejaron de trabajar hasta principios del año siguiente. "¡El paraíso existe!", dicen que afirmó cuando conoció la ciudad. Y la luz y la arquitectura que lo fascinaron se trasladaron a sus lienzos. La kasbah fue uno de sus rincones favoritos y sigue siendo de los más pintorescos.
La puerta Bab El-Assa protagonizó un lienzo de grandes dimensiones, actualmente expuesto en el Museo Pushkin de Moscú. Sin salir del recinto amurallado, conviene detenerse frente al marabout Ben Ajiba, un santuario de vibrantes tonos verdes, plasmado en otra de las composiciones del artista francés. La cotidianeidad de la kasbah, como también la de la medina, con las campesinas rifeñas y sus coloridos trajes regionales, siguen conservando el espíritu de las gtelas de Matisse, que convirtió la vida cotidiana de Tánger en el gran asunto de los veinte lienzos y decenas de bocetos que produjo durante su estancia en la ciudad. Sus evocadoras vistas de la bahía siguen siendo relajantes en medio del caos que es la ciudad de Tánger actual, y en la plaza del Mechoir o los caminos de tierra que conducen al café Hafa no resulta difícil entender por qué esta ciudad lo fascinó. Matisse llegó a Tánger deprimido un lluvioso día de enero de 1912. La ciudad fue su mejor medicina, y cuando la abandonó, un año después, ni él ni su arte volverían a ser los mismos.
Source originelle: http://elviajero.elpais.com/elviajero/2013/07/03/actualidad/1372829248_283311.html
Idée, texte et photos choisis par Aurora, élève d'Avancé I
dimanche 22 février 2015
Ryanair. Bagages de cabine
REGLEMENTS
RYANAIR SUR DES SUJETS PARTICULIERS
BAGAGES DE
CABINE
Chaque
passager est autorisé à transporter un bagage de cabine pesant jusqu'à 10 kg et
présentant des dimensions maximales de 55 x 40 x 20 cm et un petit sac de
dimensions maximales de 35 x 20 x 20 cm*.
Les bagages de cabine additionnels / surdimensionnés seront refusés à l'embarquement ou le cas échéant, placés dans la soute de l'avion pour la somme de 50 £/50 € ( frais soumis à la TVA sur les vols domestiques aux tarifs gouvernementaux applicables ) . Si vous n'êtes pas sûr, veuillez vérifier au comptoir de dépose bagage avant de passer par la sécurité de l'aéroport .
Les bagages de cabine additionnels / surdimensionnés seront refusés à l'embarquement ou le cas échéant, placés dans la soute de l'avion pour la somme de 50 £/50 € ( frais soumis à la TVA sur les vols domestiques aux tarifs gouvernementaux applicables ) . Si vous n'êtes pas sûr, veuillez vérifier au comptoir de dépose bagage avant de passer par la sécurité de l'aéroport .
En raison
des limites de place, seuls 90 grands sacs de cabine (55 x 40 x 20 cm) peuvent
être transportés dans la cabine. Les sacs en surplus seront transportés
gratuitement en soute
* Un sac
pour enfant de 5 kg maximum peut être transporté par l'accompagnateur adulte en
plus de
son propre bagage de cabine lorsqu'un nourrisson (âgé de 8 jours à 23 mois)
voyage sur ses genoux.
Vous devez
également vous conformer entièrement à l’article 8 de nos Conditions générales (cliquer
ici pour un lien vers cet article). http://www.ryanair.com/fr/termes-et-conditions/article8-itemsunacceptableas
Information complète: http://www.ryanair.com/fr/termes-et-conditions/regulations-cabinbaggage/
Bon......je m'apitoie sur vous:
lundi 16 février 2015
Tanger et les écrivains 2
"Un nouveau port, gigantesque, toujours inachevé. Depuis plus
de dix ans, Tanger s’accroche à un rêve économique : devenir le plus grand port
de la Méditerranée. Au pied de la vieille médina, l’avancement du chantier
pharaonique se mesure en kilomètres de quais bétonnés sur la mer. Face au
détroit de Gilbraltar, ouverture mythique sur l’Europe, le défi de cette
rénovation évalue en “capacités de tonnages” des terminaux de conteneurs. Vers
l’est, en direction du cap Malabata, cette frénésie de construction a déjà
envahi l’arc sableux de la baie de Tanger. Au pied des contreforts du Rif
s’alignent hôtels et immeubles modernes, déposés en vrac par la dernière vague
du tourisme balnéaire.
Il suffit pourtant de franchir l’une des vieilles portes de
la médina pour retrouver la Tanger éternelle. Celle du Grand Socco magnifié par
Joseph Kessel : une vaste place colorée par ses étals de fruits et poissons et
la présence impassible de ses femmes drapées de leur fouta de tissu blanc et
rouge.
“Imaginez ce que c’est que de voir couchés au soleil, se promenant dans
les rues, raccommodant des savates, des personnages consulaires, des Catons,
des Brutus, auxquels ne manquent même pas l’air dédaigneux que devaient avoir
des maîtres du monde”, écrivait Delacroix en 1832. Il suffit de pousser jusqu’à
la place de la casbah pour être invariablement saisi par la clarté de cette
baie lavée par le chergui, ce vent sec et chaud venu de l’est, et dont la
lumière fut immortalisée par Matisse.
Matisse. Vue sur la baie
Aujourd’hui encore, il n’est qu’à se perdre au gré des
ruelles et placettes de cette antique cité portuaire pour comprendre pourquoi
Tanger n’a cessé d’envoûter voyageurs, artistes et écrivains. En 1867, déjà,
Mark Twain était sous le charme : “Tanger est une ville étrangère s’il en fut
jamais, et on ne peut trouver son âme véritable dans aucun autre livre que les
Mille et Une Nuits. Pas un seul blanc et pourtant un essaim de gens autour de
nous. Voici une ville bondée et bourrée, enfermée dans une muraille de pierre
massive qui a plus de mille ans.” Le secret de cette ville ? Sans doute cette
capacité de survivre aux diverses frénésies qui ont tenté de la faire basculer
dans la modernité. Arabe au VIIIe siècle, dominée par les Européens dès le XVe
siècle (Portugais, Espagnols puis Anglais), la ville fut déclarée “zone
internationale” en 1923. Le reste du Maroc est placé sous protectorat français,
Tanger est placée sous l’autorité d’une dizaine de pays.
En un demi-siècle, la ville est chahutée, bousculée par la
convoitise débridée des Nations. Les investissements étrangers affluent. Avant
la Seconde Guerre mondiale, fruit de ce métissage économique et culturel, la
ville “nouvelle” voit le jour, au pied de sa médina. Hôtels, cafés, théâtres,
légations… Partout des styles tentent de laisser une empreinte. Mais loin de
perdre son âme dans ce bric-à-brac architectural, Tanger s’en nourrit et
renaît. Peu à peu, la ville digère et agglomère ces nouveaux conquérants à son
identité arabe. En 1938, Paul Morand écrivait : “C’est une personne officielle,
une fiction diplomatique. Elle ne pousse pas de racines profondes dans la terre
d’Afrique. Ville internationale, ses égouts sont espagnols, son électricité
anglaise, ses tramways français, et dans ce guêpier inventé par les
chancelleries (afin d’empêcher que l’entrée de la Méditerranée occidentale
n’appartienne à un seul), il y a peu de vrais Marocains. Mais Tanger est beau à
la minute où, de l’Atlantique, on l‘embrasse avec Gibraltar d’un seul coup
d’œil.”
Emilio Sanz de Soto, Pepe Carleton, Truman Capote, Jane y Paul Bowles
En quelques décennies, mais surtout dans les années 1950 et 1960,
des écrivains du monde entier séjournent dans la ville. Séduits, ils
reviennent, s’attachent, s’installent. Truman Capote, Jack Kerouac, Tennessee
Williams, Paul Morand, Roland Barthes, Jean Genet, Marguerite Yourcenar, Paul
Bowles… La plupart ont laissé des carnets de voyage, des romans, des films.
Avec cette folie partagée de vouloir dompter la magie du lieu. “C’est à Tanger
que j’ai rêvé d’une folie aussi crédible. Oui, un écrivain aux prises avec ses
propres démons, comme moi quand je marchais tard dans la nuit, ivre et perdu
dans les ruelles du Socco. Oui, ce festin était le mien aussi”, notait Williams
Burroughs à la fin des années 1950. Il reste de nombreuses traces de ce passé
littéraire. Les lieux, bien sûr, presqu’inchangés, évoqués dans tous ces
livres ; des hôtels (le Minzah, le Continental, El-Muniria) et des cafés
mythiques. Il reste surtout Tanger. Celle qui fut rendue aux Marocains, à
l’Indépendance du pays, en 1956. Puis celle, qui, depuis un demi-siècle, tente
d’écrire un nouveau chapitre de son histoire. Délaissée sous le règne d’Hassan
II, Tanger fut la première cité marocaine à être visitée par le roi Mohamed VI
après son investiture (1999). Les Tangérois y ont vu un signe. Car ce Tanger-là
n’a rien perdu de son charme d’antan. Il fête chaque année un Salon du livre et
continue d’attirer artistes et écrivains.
Certes, l’ambiance n’est plus celle des années d’après
guerre. L’attirance des auteurs étrangers pour l’exotisme oriental est passée
de mode. Mais la tradition survit, perpétuée par des écrivains européens comme
Daniel Rondeau (Tanger, 1987 et Retour à Tanger, 1997). Surtout, la ville a
fini par inspirer des écrivains de langue arabe. Dans la lignée de Mohamed
Mrabet, premier auteur marocain à avoir été publié chez Gallimard, Tahar Ben
Jelloun ou Mohamed Choukri (enterré à Tanger en 2003) ont écrit sur la ville.
Mais avec un autre regard. “Quand je suis arrivé, il y avait deux Tanger : le
Tanger colonialiste et international et le Tanger arabe, fait de misère et
d’ignorance. A l’époque, pour manger, je faisais les poubelles. Celles des
Européens de préférence, car elles étaient plus riches”, écrivait Choukri,
évoquant son arrivée dans les années 1950.
Soixante ans plus tard, le rapport Nord-Sud est toujours
aussi fort dans la ville. Mais il s’est inversé. Au temps de la colonisation,
l’Europe regardait Tanger avec envie. Aujourd’hui, c’est Tanger qui rêve
d’Europe. Au pied de l’impassible médina, dans la frénésie bétonnière du
nouveau port, des milliers de harragas (“brûleurs”), candidats à l’émigration
clandestine, brûlent leurs papiers avant de tenter un passage vers l’autre
rive."
Olivier Piot
Le Monde, en savoir plus sur:
vendredi 13 février 2015
mercredi 11 février 2015
Tanger et les écrivains 1. Paul Bowles
Voici un commentaire sur le livre de Mohamed Choukri "Paul Bowles. Le reclus de Tanger" dont Leonor Merino nous a parlé.
Plus info: http://fr.wikipedia.org/wiki/Mohamed_Choukri
“Cualquiera puede pasar aquí unas
semanas y escribir un librito”. El escritor Mohamed Chukri (Beni Chiker,
1935-Rabat, 2003), autor de la frase, lamentaba la superficialidad con la que
algunos literatos abordaron el retrato de Tánger. Y lo que es más grave: “El
odio, el racismo y el desprecio con que se trata al humilde pueblo”. Las
reflexiones forman parte de Paul Bowles, el recluso de Tánger, recuerdos
recogidos en 1996 y que publica en español Cabaret Voltaire.
Virginia Woolf, Capote, Ginsberg, Kerouac, Gore Vidal, Tennessee Williams o Paul y Jane Bowles fueron algunos de los ilustres que hicieron parada y escribieron sobre el cuadrilátero vital de Chukri. “Defiendo mi clase, a los marginados y ejerzo mi venganza contra una época determinada, humillante y miserable”, se justificó una vez el autor de El pan desnudo, una de las autobiografías más crudas, por lo sincera, que se conocen.
Virginia Woolf, Capote, Ginsberg, Kerouac, Gore Vidal, Tennessee Williams o Paul y Jane Bowles fueron algunos de los ilustres que hicieron parada y escribieron sobre el cuadrilátero vital de Chukri. “Defiendo mi clase, a los marginados y ejerzo mi venganza contra una época determinada, humillante y miserable”, se justificó una vez el autor de El pan desnudo, una de las autobiografías más crudas, por lo sincera, que se conocen.
La extraña pareja formada por los
Bowles, instalada en la ciudad desde 1947, es el epicentro de un universo
literario que Chukri retrata con ácida sinceridad. Al primero le conoce muy
bien tras 25 años de trato. A él le dicta por las tardes, frase por frase, en
español, las páginas que escribía por las mañanas de su autobiografía, entonces
titulada Por un trozo de pan, y que Bowles traducía al inglés. Será un foco de
tensión entre ambos.
Con descarnada naturalidad
retrata al personaje, consumidor de kif para escribir, pero que en la calle
solo fuma cigarrillos. Homosexual de discreción proverbial, “acordó con Jane no
ocultarse nada”. Chukri lo trata de elitista y racista (“Le gustaba Marruecos,
pero no los marroquíes”) y concluye que necesita aislarse del mundo.
Aún es más sagaz Chukri cuando
disecciona la vida literaria de Bowles y la coteja con la real. Critica una de
sus obras clásicas (Memorias de un nómada es, en su opinión, “una sucesión de
monótonos y aburridos interludios para pagar los gastos de hospitalización de
Jane”) y se fija en que el sexo es la causa de las desgracias de sus
protagonistas: “La sexualidad siempre va ligada al crimen o al desenfreno. Paul
Bowles es un criminal sexual en potencia”. Unos personajes, en consecuencia,
“destinados a la autodestrucción o a un doloroso final”, en el contexto de una
obra que “envejeció mucho” con la enfermedad de Jane, que hizo que Bowles se
volcara en las traducciones de autores árabes, concediendo entrevistas o
iniciando el diario personal…
Paul Bowles, en su casa de Tánger
en enero de 1989. / BERNARDO PÉREZ
Ese esquivar la ficción de Paul
molestaba a una Jane que, señala Chukri, no podía reprochar gran cosa a su
marido: “Lo que le faltaba a ella no eran aptitudes sino perseverancia”.
Amargada por la indiferencia o inquina con que se recibió su Dos damas muy
serias (Anaïs Nin se le presentó con una lista inmensa de errores
ortográficos), Jane se ahogó no tanto en alcohol como en su ambición, que no
cuajó. A partir de los 50 se alejó de la escritura. Eso reforzó su componente
autodestructivo canalizado, en parte, con aventuras homosexuales intensas y
pasajeras. Paul desviaba fobias hacia sus personajes; ella, hacia sí misma.
El libro disgustó sobremanera a
Bowles, según Miguel Lázaro, editor de Cabaret Voltaire. Pero menos que a Jean
Genet ver publicadas las confidencias que le había hecho a Chukri en otro
inédito en castellano que costó la amistad entre ambos. La editorial lo
publicará en la primavera de 2013, añadiendo al volumen un opúsculo, también de
Chukri, sobre Tennessee Williams en el volumen Jean Genet y Tennessee Williams
en Tánger.
La recuperación de su obra es
fruto del acercamiento de Lázaro y de la traductora Rajae Boumediane El Metni
al hermano de Chukri, Abdelaziz. El escritor no dejó testamento formal,pero el
heredero guarda en un garaje, no en las mejores condiciones, su biblioteca
personal y otros legados. Mientras, Cabaret Voltaire recuperará Rostros,
amores, maldiciones y Tiempo de errores (sobre su sacrificio para aprender a
leer). Y en octubre se atreve con su famosísima El pan desnudo, que se titulará
El pan, por imposición de Juan Goytisolo, autor del prólogo del libro sobre Bowles
y conocedor, como pocos, de esos paraísos del norte de África"
Carles Geli. El País:
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/08/15/actualidad/1345058501_828524.htmlPlus info: http://fr.wikipedia.org/wiki/Mohamed_Choukri
Rencontre avec Leonor Merino. EOI Villaverde
Hier la réunion a éte pour nous connaître et nous familiariser avec le voyage à Tanger, profitant pour écouter et apprendre de madame Merino.
On vous montre la photo envoyée par la prof Inma.
Et le vidéo de Malek "À Tanger". On y va!
https://www.youtube.com/watch?v=hlHf2ItibGM
https://www.youtube.com/watch?v=hlHf2ItibGM
lundi 9 février 2015
Le Palais Moulay Hafid
Le Palais des Institutions
Italiennes, célèbre sous le nom de palais Moulay Hafid, est considéré comme
l’un des principaux monuments historiques de Tanger. Il est situé dans le
quartier central de Hasnouna, au coeur d’une propriété d’une superficie de 32.800
m2, dont 8.669 sont bâtis.
Aujourd’hui admiré pour son
magnifique jardin aux arbres centenaires, son grand patio avec sa sublime
fontaine en marbre et des salons en stuc, le palais Moulay Hafid, également
connu des tangérois sous le nom de «Palais des institutions italiennes», a connu
un destin des plus mouvementés.
Le Palais Moulay Hafid – Circa 1920
Ce Palais a été construit à la fin du XIXe siècle par le sultan Moulay Hafid. Il voulait faire de son palais un chef d’oeuvre de l’architecture de style mauresque tant pour la beauté de ses jardins que pour ses intérieurs et sa superficie. Jamais habité par le Sultan qui parti en exil en Espagne au début du XXe siècle, il exigea toutefois son achèvement comme condition à sa signature de l’acte de protectorat. Sa construction fut finalisée en 1912.
TEXTE CHOISI PAR INMA, PROF DE FRANÇAIS
samedi 7 février 2015
Café Hafa
Il y a un café idyllique, légendaire à Tanger. Il a été
construit en 1921, sa belle terrasse avec une magnifique vue sur l 'Espagne quand
il fait clair, en buvent un thé à la menthe…
C’est dans ce café mythique que s’est construite en partie
la légende de Tanger. De Paul Bowles à Mohamed Choukri, de Jean Genet aux
Beatles, aux Rolling Stones, Jimi Hendrix, Sean Connery, William Burroughs et
bien d’autres, tous les amoureux de l’âme tangéroise sont venus ici bavarder,
écrire, peindre, boire le thé à la menthe ou fumer la chicha.
Pour une meilleur ambiance, on peut voir la vidéo de Luis
Eduardo Aute “Hafa Café”, avec une esthétique des années quatre-vingt-dix, et
montée par Silvio Rodríguez!
lundi 2 février 2015
Activité culturelle. EOI Villaverde
Bonjour,
le Département de Français organise une rencontre avec Leonor Merino, écrivaine et traductrice, spécialisée en littérature maghrébine. Mardi 10 février à 18h30. Vous êtes invités!
Plus info:
http://leonormerinogarcia.chez.com/
http://www.rtve.es/alacarta/videos/islam-hoy/islam-hoy-como-muestra-hollywood-arabe/1698257/
http://politica.elpais.com/politica/2011/09/28/biografiaeldebate/1317206395_318070.html
le Département de Français organise une rencontre avec Leonor Merino, écrivaine et traductrice, spécialisée en littérature maghrébine. Mardi 10 février à 18h30. Vous êtes invités!
Plus info:
http://leonormerinogarcia.chez.com/
http://www.rtve.es/alacarta/videos/islam-hoy/islam-hoy-como-muestra-hollywood-arabe/1698257/
http://politica.elpais.com/politica/2011/09/28/biografiaeldebate/1317206395_318070.html
Libellés :
activité culturelle,
EOI Villaverde
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